martes, 11 de diciembre de 2012

CLUB ALLARD: HOMENAJE A MADRID

Club Allard



En Madrid no son muchos los edificios modernistas y, de hecho, cuando se habla de esa época tan fecunda en Barcelona suele proponerse como ejemplo el Palacio de Longoria, la sede de la SGAE, en la calle de Fernando VI. En nuestra opinión el más bello de ese estilo en la capital de España es la Casa Gallardo que, en este año, cumple un siglo de existencia sin mayores atenciones conmemorativas o divulgativas por parte del Ayuntamiento. Se levanta, sobre los restos de un viejo palacio, en la calle Ferraz número 2, esquina a la Plaza de España.
En el entresuelo de la Casa Gallardo existe, muy discretamente desde 1998, el Club Allard –GALLARDO, sin la G inicial y la O final– y en él sienta sus reales culinarias Diego Guerrero, un cocinero joven, pero curtido junto a Martín Berasategui, Manolo de la Osa y otros grandes maestros del oficio.
El restaurante, uno de los pocos que merecen la clasificación de “lujo”, es grato. Sus salones burgueses, con vista a la calle, son confortables y la cocina –avanzada– no resulta insufrible para quienes viven aferrados a la más rancia tradición nutricia.
La oferta básica se concreta en tres menús. El “clásico” (68 euros) consta de 2 snacks, 3 entradas, 1 plato de pescado, 1 de carne, 1 prepostre, 2 postres, café y demás golosinas prpias del rango de la casa. No incluye bebidas, pero la carta de la bodega está bien equilibrada y no abusa en los precios.
El menú “gastronómico” (74 euros) añade al anterior otro plato de pescado y uno de carne. Excesivo.
Hay también un menú “vegetariano” (61 euros)
En general el servicio es excelente, el ambiente grato y la singularidad del local y de su emplazamiento lo hacen especialmente apto para atender visitantes foráneos y celebrar gratos acontecimientos.
Entre los platos que ya han hecho historia en la casa hay que destacar un huevo singular, envuelto en pan tostado con panceta y sobre un tenue lecho permentier. Delicioso. Todo gran cocinero debiera tener su propio huevo como bandera diferencial.
También es típico del establecimiento el bombón de bacalao con un suave pilpil y churros de pan de ajo. Tan sofisticado como apetecible.
Y, además, su lejanía de los circuitos habituales y manidos. Un buen lugar.
Ferraz, 2
C/ Ferraz, 2

Tfno.: 91 559 09 39
Metro: Plaza de España
Aparcamientos: Princesa, 5 y Pl. de España s/nº
Cierra: domingo, mediodía sábados y noche lunes

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